martes, 3 de abril de 2012

Gogol Bordello en Groove, Buenos Aires, Argentina.

Me acerqué a palermo con dos amigos. Una amiga nos esperaba en la puerta de Groove, donde iba a presentarse la banda de Hutz. Probablemente no hay muchos lugares peores que groove, dada la forma en que está distribuido el espacio y la calidad de sonido de la ex bailanta; a pesar de eso, tenía expectativas de que iba a ser el mejor recital del año.
Gogol Bordello no defraudó: pasadas las 9:30 abrieron convinando ''Underdog World Strike'' con ''Sally''. Si el público ya agitaba antes de que siquiera empiecen, ni bien arrancaron era imposible quedarse mirando solamente. ''Immigrant Punk'' y la ideología cosmopolita, Gogol Bordello es LA banda para ver en vivo. No recuerdo exactamente el orden de los temas pero sonaron hits como ''Not a Crime'', ''Wonderlust King'' y una versión genial de ''Tribal Connection'' donde coreabamos hasta el hartazgo ''this is your town, my town''. La mayoría del set consistió en canciones de su último disco, entre ellas quizá el momento más alto fue ''Immigraniada'' donde el pogo dejó de ser tan bailable para volverse más violento. Eugene pedía un ''fucking punk rock circle pit'' y se armó un mosh pit californiano en medio de Palermo. De momentos, Bordello volvía sobre temas ya tocados como ''Break The Spell'', sin parar ni un segundo, era todo como una canción larga y era difícil darse cuenta cuando terminaba un tema y empezaba otro. Hacia el final del set principal sonaron una emotiva ''When Universes Collide'' y luego otro hit: ''Start Wearing Purple''. Volvieron en el encore para tocar ''Think Locally'',''Alcohol'' y la increíble ''Mishto!'' El último tema de la noche fue quizá la canción más vieja que hicieron: ''Sacred Darling'', que fue interrumpida sólo para presentar a la formación de esa noche, aparentemente con nuevo guitarrista y sin la presencia de Elizabeth Sun; Bordello terminó la canción y saludo durante un buen rato a los que nos acercamos a verlos.
En el 2009 tocaron solo 45 minutos, esta vez se extendieron hasta las 2 horas pero aún así las ganas de volver a verlos están intactas.

*fotos ''prestadas'' de la Rolling Stone